Pichones
De WikiBurgos
Las palomas han morado en el hábitat humano desde los tiempos más lejanos: en el antiguo Egipto ya eran utilizadas como mensajeros. Han representado un papel importante en todas las mitologías: se dice que las palomas alimentaron a Zeus y que intervienen en los oráculos en Sodoma y en Libia. La paloma estaba consagrada a Afrodita como símbolo de fidelidad amorosa. Los sicilianos celebraban todos los años una fiesta para recordar la partida de Venus, que marchaba a descansar en tierras de Libia, viajando en un florido carruaje que era remolcado por cientos de palomas a través del aire, festival que se repetía más tarde para celebrar el regreso de la casquivana Cipria.
La paloma, en el arte pagano y cristiano, simboliza la pureza y la paz y se las consideraba portadoras de gratas nuevas. El arte cristiano otorga a la paloma su más alto simbolismo cuando representa con ésta al Espíritu Santo.
A pesar de su carácter casi divino, la paloma tradicionalmente ha acabado en la cazuela tanto de gentiles como de cristianos pues, como decía un cronista refiriéndose al viaje que realizaba la diosa para volver a Sicilia, «una vez que el carruaje ha llegado a su destino no hay nada que impida comerse al mensajero».
Aunque en la actualidad hayan desaparecido la mayoría, la paloma doméstica ha llenado durante años los palomares que salpicaban nuestras tierras. Las recetas para su elaboración van destinadas sobre todo a los pichones, nombre con el que se denomina al pollo de la paloma doméstica. Si bien la paloma se añadía los domingos al parco yantar de Don Quijote, es la carne del pichón más apreciada por ser más tierna que la del ave adulta. Simplemente asados, o formando parte como ingrediente de platos de arroz o legumbres, resultan exquisitos, además de ser una buena fuente de proteínas de calidad y de hierro.