Marceliano Santa María
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Marceliano Santa María (Burgos, 18 de junio de 1866 - Madrid, 12 de octubre de 1952) fue un pintor español, famoso especialmente por sus paisajes castellanos, sus cuadros de historia y sus retratos.
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Aprendizaje en España e Italia
Nació en el seno de una familia de fuertes convicciones religiosas. Su tío, el canónigo en la catedral de Burgos Ángel Sedano, fue el fundador del Círculo Católico de Obreros de Burgos, al que también pertenecía su padre, platero de profesión.
Desde muy pequeño empezó a dar muestras de habilidad con la pintura; llamaba mucho la atención su rapidez a la hora de dibujar retratos. Santa María estudió el bachillerato en su ciudad natal y asistió a la Academia Provincial de Dibujo, donde recibió las clases de Isidro Gil y Evaristo Barrio. Sus padres se oponían a su vocación artística, pero siempre contó con el apoyo de su tío, quien le animó a pintar asuntos religiosos.
Burgos, su ciudad natal, y el Círculo Católico de Obreros fueron dos de sus grandes referencias. La primera, presente de forma casi constante en los temas que pinta: los paisajes, las escenas costumbristas… La segunda, el lugar que le ofrece las primeras clases de pintura, y donde es descubierto su talento.
En las instalaciones del Circulo Católicos, siendo aún pequeño, Marceliano improvisó, en 8 minutos, un retrato de un obrero, hecho que se reflejó en el boletín del Círculo, que publicaba:
- Hay lumbre, hay calor de sentimiento, hay tea de sensibilidad, que todos lo vean y le protejan.
A partir de ahí, su carrera fue en proceso ascendente. Vivió en Madrid, y fue becado por la Diputación de Burgos para estudiar en Roma entre 1891 y 1895, aunque regresaba con frecuencia a España. Durante su estancia en Italia pintó una de sus obras más famosas: El Triunfo de la Santa Cruz, que se expusó en la Exposición Internacional de Madrid y la Exposición Internacional de Chicago, donde ganó una medalla única. Este lienzo representa la batalla de las Navas de Tolosa y actualmente se muestra en el Museo Marceliano Santa María de Burgos. Después de este éxito siguió exponiendo sus obras en las principales capitales españolas.
Regreso a Burgos
En 1895 vuelve a España para afincarse en Burgos, donde el Ayuntamiento de Burgos le requiere para pintar cuadros, murales y techos. De esta época es su cuadro El Esquileo (conservado en el Salón de Estrados de la Diputación Provincial de Burgos).
A partir de 1900 se dedica a la enseñanza en Burgos y crea una famosa escuela de pintores que siguieron con su estilo. De ellos, cabe reseñar al durante muchos años director del Museo Marceliano Santa María, Jesús del Olmo Fernández. Durante esta época, el pintor realizó numerosos retratos reales, retratos de aristócratas y burgueses locales. No obstante, el sobrenombre de Pintor de Castilla le viene por sus innumerables paisajes, de una sensibilidad cercana a la mostrada en literatura por la Generación del 98, que consideraba Castilla y sus paisajes como médula de España. En este tiempo, su cuadro más famoso es Se va ensanchando Castilla, que representa al Cid desterrado y preside la escalera principal del ayuntamiento de Burgos.
A la hora de estudiar las obras y vida de Marceliano Santa María, averiguamos que hubo en él bastante más que un famoso pintor de retratos y paisajes. Santa María fue autor de composiciones históricas, anecdóticas, religiosas, sociales y literarias ininterrumpidamente ambiciosas; realizó imaginativas decoraciones murales; fue ilustrador, director artístico de empresas dedicadas a las artes industriales, proyectista de obras de orfebrería, alfombras y vidrieras, jurado casi sin cesar y promotor de exposiciones; es decir, uno de los prohombres que tuvieron en sus manos un magnífico tanto por ciento de la actividad artística española.
Más aún, probó que podía haber ejercido perfectamente la escultura; dio conferencias; se entregó a la enseñanza; estimuló vocaciones mediante el magisterio artístico, incluso negándose legítimos ocios de jubilado. Y aquí, lo que creo que es menos conocido: escribió un muy considerable puñado de artículos y discursos académicos, donde se evidencian sus inquietudes culturales y su insobornable pasión por Burgos y por Castilla.
Última etapa
En 1934, Marceliano Santa María es nombrado Director de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. En este año, recibe la Medalla de Honor en la Nacional de Bellas Artes. Durante la Guerra Civil, su salud empeora y tiene que ingeniar soluciones para poder pintar, ya que le era imposible comprar los instrumentos necesarios. Tras la Guerra Civil continuó su actividad con mucha menos intensidad. De esa época se pueden ver retratos de Francisco Franco Bahamonde (al que según cuentan le enseñó a pintar) y recibió la Medalla de Oro Extraordinaria del Círculo de Bellas Artes en 1943.
Murió en Madrid el 12 de octubre de 1952
Premios
- 1893: Medalla en la Exposición Internacional de Chicago.
- 1901 y 1910: Primera Medalla de la Exposición Nacional de Madrid.
- 1929: Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Sevilla.
- 1934: Medalla de Honor en la Exposición Nacional de Madrid.
- 1943: Medalla de Oro Extraordinaria del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Museo
Actualmente hay un museo dedicado a su obra en Burgos que se encuentra en el interior del Monasterio de San Juan. Se inauguró el 29 de junio de 1966 con los cuadros donados por la familia del pintor.
Bibliografía
- Museo Municipal Marceliano Santa María: catálogo general. Burgos: Ayuntamiento de Burgos, 1981.