Santo Domingo de Silos

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Santo Domingo de Silos

Municipio:	Santo Domingo de Silos
Junta administrativa:	Santo Domingo de Silos
Juntas administrativas dependientes:	Hortezuelos, Peñacoba, Hinojar de Cervera
Sitio Web:	http://www.santodomingodesilos.es/
Distancia a Burgos:	57.00 Km
Coordenadas GPS:	41º57′45″N,3º25′11″W [Maps]
Superficie:	79.00 Km²
Partido judicial:	Salas
Zona turística:	Arlanza

Municipio y localidad situados al sureste de la ciudad de Burgos, en la mancomunidad de La Yecla, comarca de la Sierra de la Demanda y partido judicial de Salas de los Infantes.

Su término enclavado en el Espacio natural Sabinares del Arlanza, está atravesado por el Río Mataviejas y por sus afluentes Arroyo Cañamal, Arroyo Peñacoba y Arroyo del Hocejo.

Por su territorio pasa la carretera autonómica BU-910 procedente de Caleruega que llega hasta la N-234 (carretera de Soria) a la altura de Hacinas. También acaba en el municipio la carreta autonómica BU-900 que comienza su trazado en Lerma.

Santo Domingo de Silos es la cabeza del municipio, distante 57 km de la ciudad de Burgos.

Gastronomía

La gastronomía típica de la zona incluye:

Edificios Civiles

De su arquitectura de carácter civil vamos a señalar estas construcciones características:

Muralla. Se levanta en el siglo XIII y solo permanecen algunos lienzos y el arco de San Juan.
Casco histórico. En la localidad hay una importante cantidad de casonas blasonadas entre las que habría que resaltar la llamada Casa Grande construida en el silgo XVIII. En general, en las viviendas de la población se encuentran muestras de la casa serrana con sus chimeneas troncocónicas y de la casa del Arlanza con sus soportales y entramado de madera en la parte superior.
Museo de instrumentos musicales.

Edificios Religiosos

En relación a su patrimonio arquitectónico religioso destacan los siguientes templos:

Abadía benedictina de Santo Domingo de Silos. Hacia el año 1040 Fernando I de Castilla designa al fraile riojano Domingo Manso abad del cenobio. Este monje lleva a cabo la idea de realizar el claustro románico, la iglesia y otras partes dando un nuevo vigor al viejo scriptorium. En el año 1073 muere Santo Domingo y le sucede el abad Fortunio quien manda acabar las obras del claustro y de la Iglesia. De la anterior iglesia sólo permanece la puerta de las Vírgenes y en el siglo XVIII ventura Rodríguez construir en su lugar un templo neoclásico. Por otra parte destaca scriptorium y aquí se copiaron obras como el Comentario del apocalipsis de beato en los últimos años del siglo XI. Dentro del monasterio hay un taller de orfebrería y esmaltes, y una interesante botica. Sin embargo lo que más llama la atención es su claustro. Sus obras se realizaron entre los últimos años del siglo XI, el XII y principios del XIII. Su planta es rectangular y las galerías que dan al norte y al sur son más grandes que las que están orientadas hacia el este y al oeste. Resaltan sus grandes medidas y el hecho de tener dos plantas. Es muy particular la temática escultórica de sus capiteles y pilares, estos últimos adornados con relieves de la vida de Cristo y la Virgen. Los diversos maestros se fijaron en la ornamentación de telas y marfiles orientales así como a los propios escritos miniados mozárabes que se hacían en el escritorio monástico. Los 64 capiteles tienen parecidas medidas y en ellos se nota la mano de al menos cuatro escultores. Debajo hay columnas dobles y encima arcos de medio punto. En la iconografía escultórica destacan sobre todo los monstruos y animales mitológicos. De los relieves situados en las esquinas del claustro resaltan la representación de los discípulos de Emaus y la duda de Santo Tomás.

Iglesia parroquial de San Pedro. Levantada entre los siglos XII y XVII, en su interior se halla la Virgen del Mercado, patrona del pueblo.

Historia

Esta zona estuvo habitada desde tiempos prehistóricos. Más adelante, en época romana cruzaban sus tierras diversas vías romanas y en tiempos de la conquista musulmana fue refugio de eremitas procedentes del sur. En los primeros años del período altomedieval todos estos anacoretas que habitaban las cuevas del entorno se reúne formando una comunidad consagrada a San Sebastián. Poco a poco el cenobio fue ganando en importancia hasta llegar a ser uno de los más destacados del Condado de Castilla en el siglo X.

A finales del siglo XI Santo Domingo había sido su abad y en reconocimiento a su labor reconstructora tras el período de Almanzor se le pasa a llamar su actual nombre al monasterio.

Al mismo tiempo que cogía auge el cenobio, la Villa va creciendo y destacan su comercio y oficios artesanos. La población llega a estar rodeada por una muralla que abarca sus tres barrios y el arrabal y alcanza a ser la cabeza de una Merindad.